- Associated Press - Wednesday, March 18, 2015

Unos 68 años después de que el gángster italo-estadounidense más temido de todos los tiempos enfrentara su destino final en su hogar de Miami, la mansión que sirvió de oasis y fortaleza para Al Capone vuelve a caer en manos con orígenes en la península Apenina.

La antigua residencia de Miami Beach en la que el capo mafioso vivió y murió fue adquirida por un grupo inversor italiano por $8 millones.

La firma de inversionistas inmobiliarios MB America anunció este miércoles que están muy cerca de terminar los esfuerzos de renovación de la propiedad, la cual estará disponible para grabaciones de cine y televisión.



“No es fácil hacer este tipo de renovación tan extensa y mantener algunos de los toques originales de la casa y de los jardines”, dijo la arquitecta italiana Monica Melotti, quien supervisó el proyecto de restauración.

La mansión, pintada de blanco, de dos pisos y con arcadas estilo español, fue construida en 1922 sobre un terreno de 30,000 pies cuadrados en la exclusiva isla Palm. La villa principal, de 6,000 pies cuadrados, cuenta con siete cuartos y cinco baños.

Si bien los interiores de la casa habían sido remodelados en diferentes ocasiones a través de los años, Melotti explicó que los cimientos y los soportes principales de la estructura debieron ser completamente reemplazados, ya que la vivienda se estaba hundiendo a causa de daños por el agua de mar y las termitas.

El costo total de las renovaciones es de $1.4 millones.

Puede que la casa no esté registrada de manera oficial como un sitio histórico en el Condado Miami-Dade, pero su aporte a la ecléctica narrativa de la ciudad es innegable, asegura el historiador Paul George, profesor de Miami Dade College .

“Desde que se convirtió en el refugio de Al Capone, esta casa ha jugado un papel importante en el sur de Florida y ha servido como inspiración por su fascinante historia y su importancia arquitectónica”, dijo George.

Alphonse Capone, hijo de humildes inmigrantes italianos, nació el 17 de enero de 1899 en Brooklyn, Nueva York. Tras abandonar la escuela en el quinto grado, “Al” comenzaría a hacerse un nombre entre las bandas delictivas juveniles de la ciudad.

En 1919 se trasladó a Chicago, siguiendo los pasos del mafioso Johnny Torrio. Sería allí, en la Ciudad de los Vientos, que a mediados de la década del 20 Capone se convertiría en la cabeza de una organización criminal dedicada a la explotación de la prostitución, el juego ilegal y el tráfico de alcohol.

Ante la presión de las autoridades de Chicago y de las bandas rivales, Capone compra a nombre de su esposa la mansión de Miami Beach por $40,000 en 1928, convirtiéndose así en su segundo dueño, tras pertenecer originalmente a Clarence Busch, heredero del imperio cervecero Anhueser-Busch.

De inmediato, “Cara cortada” invertiría unos $200,000 en la mansión y modificaría la propiedad para usarla no solo como casa de invierno, sino también para convertirla en un fortificado centro de comando para sus actividades delictivas.

Capone construyó en el frente de la propiedad, sobre el garaje, una portería de dos habitaciones para sus guardias, y un muro de mampostería de siete pies de alto bordeando el complejo. En el jardín trasero, el cual mira a la Bahía de Biscayne, mandó a hacer una piscina de 60 pies de largo y 30 de ancho con una caseta de dos pisos, y una playa artificial.

George cuenta que en la mansión Capone hacía de anfitrión de extravagantes fiestas, cuando supuestamente planeaba los asesinatos de sus rivales.

“La Masacre de San Valentín fue el punto de inflexión en la carrera criminal de Capone”, dijo George.

Cinco jefes de una banda delictiva rival de Chicago fueron acribillados el día de San Valentín de 1929. Aunque nadie fue procesado por el crimen, los asesinatos son atribuidos a Capone, quien se encontraba en Miami durante el suceso.

Mientras las autoridades locales y estatales de Florida intentaban deshacerse del italo-estadounidense, Al Capone llevaba una vida relativamente normal en su casa de la isla Palm.

“Aquí es donde aprendí a nadar, donde aprendí a montar bicicleta, y donde le dije adiós antes que él muriera”, cuenta Deirdre Marie Capone, sobrina nieta del mafioso y su última pariente viva con el apellido Capone.

Capone era benefactor de la iglesia y Colegio St. Patrick en Miami Beach, secundaria donde su hijo Albert Francis “Sonny” Capone estableció una cercana amistad con el actor y músico cubano Desi Arnaz.

Tras ser enviado a prisión en Alcatraz por evasión de impuestos, Capone fue liberado en noviembre de 1939, punto en el cual decidió recluirse del mundo exterior en su mansión de Miami. Capone pasó sus últimos días allí, hasta morir el 25 de enero de 1947 por complicaciones relacionadas al sífilis.

A pesar del paso del tiempo, la mansión retiene algunos de sus detalles originales de la época del infame gángster: el estilo Art Deco del baño del primer piso, algunas lámparas de techo, y los picaportes.

Marco Bruzzi, presidente de MB America, dice que un 75 por ciento de la renovación ha sido completada y que sería terminada en de cuatro a ocho semanas, ya que falta finalizar el segundo piso.

Por el momento, la antigua casa de Capone será utilizada para eventos especiales, y grabaciones de cine y televisión; Bruzzi asegura que no hay planes a corto plazo para revender la propiedad.

“Estábamos buscando una propiedad con valor histórico y con una gran personalidad. La casa de Al Capone tiene todo eso y por este motivo nos pareció tan importante preservar la esencia de la propiedad”, dijo Bruzzi.

Siga a Sergio Cándido en Twitter: @sergioncandido.

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©2015 El Nuevo Herald (Miami)

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