- Associated Press - Friday, November 21, 2014

Durante más de 10 minutos, el ex sargento de la Policía de Opa-locka Germán Bosque defendió sin cesar su carrera policial.

El se llamó a sí mismo un “agente comunitario”. Sí, bueno, él ha tenido 40 quejas de asuntos internos en el curso de dos décadas, pero sólo porque él era un “cazador” que no tenía miedo de perseguir a los delincuentes.

“Yo detesto a los policías haraganes”, dijo Bosque al juez el viernes. “Yo no era uno de esos, y esa es la razón por la que tengo 40 quejas”.



Y él insistió, una y otra vez, que se trataba de que la prensa “sensacionalista” había provocado la pesquisa criminal que lo había llevado a los tribunales. “Sólo son los medios de prensa que quieren salir de mí”, dijo Bosque.

El juez de circuito de Miami-Dade Miguel de la O lo escuchó todo con atención, pero se mantuvo firme. El sentenció a Bosque a 364 días de cárcel por esposar e insultar a un hombre que había entrado a la estación de policía de Opa-locka para presentar una queja en contra suya.

“A usted no le gustó eso, y entonces traicionó su juramento”, dijo De la O. “Usted decepcionó a su comunidad, y usted decepcionó a sus colegas”.

Bosque no fue encarcelado de inmediato. El permanecerá libre bajo fianza mientras sus abogados apelan su condena por intimidación de testigos de mayor cuantía.

Cuando Bosque salga de la cárcel, tendrá que cumplir además cuatro años de libertad condicional y completar 500 horas de servicio comunitario.

La audiencia de sentencia tuvo lugar un mes después de que él salió en las noticias por razones positivas, al perseguir a un ladrón de banco en Miami Lakes hasta que otros policías pudieron arrestarlo.

“El frustró el robo de un banco por su cuenta. El arriesgó su vida por la comunidad”, dijo su abogado defensor David Molansky al juez. “Ahora ellos quieren que él haga más servicio comunitario”.

La sentencia por un delito de mayor cuantía representa tal vez el ignominioso capítulo final en la controvertida carrera del veterano policía de Opa-locka, una pequeña ciudad con un historial de disfunción y corrupción.

Bosque se hizo tristemente famoso por permanecer en su puesto como sargento de la policía a pesar de un expediente de asuntos internos con más de 40 quejas, incluyendo alegaciones de haber apaleado a jóvenes, escondido drogas en su carro patrullero y decir que estaba enfermo para irse de vacaciones a México.

Opa-locka despidió seis veces a Bosque. Cinco veces él recuperó su trabajo, ayudado por políticos de la Ciudad, el poderoso sindicato policial e investigaciones de asuntos internos mal hechas.

Antes de trabajar en Opa-locka, Bosque había sido expulsado dos veces de la academia policial y despedido de otros dos departamentos.

Pero su carrera entró en su caída final en agosto del 2011, cuando Bosque fue llamado a la escena de una disputa doméstica entre Korey Davis, consejero juvenil, y la madre de su bebé.

Durante el incidente, contó Davis al jurado durante el juicio de Bosque en junio, el sargento le entró a puñetazos injustamente. Al final, Bosque no arrestó a Davis.

Inmediatamente después, Davis fue al departamento de policía a presentar una queja en contra del sargento.

Durante el juicio, los jurados escucharon que Bosque lanzó el teléfono celular del hombre al otro lado del vestíbulo, lo esposó y lo insultó con palabrotas hasta que al fin lo dejó ir sin arrestarlo.

“A mí se me debió haber permitido entrar a una estación de policía y presentar una queja, sin importar cuánto tiempo tomara, o qué hora fuera”, dijo Davis al juez el jueves.

Los jurados hallaron a Bosque inocente de asalto, pero culpable de dos delitos de mayor cuantía: intimidación de testigos y detención ilegal.

El cargo de detención ilegal no fue aceptado; el juez De la O, aunque desaprobó la conducta de Bosque, falló que la fiscalía no probó que Bosque no había actuado “sin causa probable”.

El desestimó el cargo. Pero el cargo de intimidación de testigos sí preocupó a De la O. “El jurado está en lo correcto”, dijo el jueves De la O.

Bosque, quien a pesar de su descarga en contra de los medios de prensa ha alardeado sobre su carrera frente a periodistas, conservó una actitud desafiante durante su largo discurso en el juzgado.

El admitió plenamente haber insultado a Davis. “Yo no lo ‘j’. Yo lo dejé ir. Pude haberlo ‘j’”, dijo.

Vestido con una guayabera blanca y haciendo gestos enfáticos, Bosque dijo que él se sentía conectado con los ciudadanos de la población predominantemente afroamericana de Opa-locka “mejor que con los policías negros”.

Y Bosque – quien tiene un hijo de brazos – insistió que él estaba “en el mismo equipo” de la fiscalía y los agentes estatales que lo encausaron, aunque se mostró molesto de que los investigadores lo hubieran estado siguiendo.

“Yo tengo una novia que no cocina”, bromeó. “Ellos me siguieron a PF Chang‘s. Me siguieron a Houston’s. Lo único que yo hago es comer e ir al cine”.

—-

©2014 El Nuevo Herald (Miami)

Visit El Nuevo Herald (Miami) at www.elnuevoherald.com

Distributed by Tribune Content Agency, LLC

Copyright © 2024 The Washington Times, LLC.

Please read our comment policy before commenting.

Click to Read More and View Comments

Click to Hide