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    18 problemas con los que se identificarán todos aquellos con muchos hermanos

    ¿Qué es una "cena familiar tranquila"?

    1. Crecer con un montón de hermanos/as bajo un mismo techo significaba no tener nunca tiempo para ti. Nunca.

    J-A-M-Á-S.

    2. En casa de tu familia, si no comías rápido, no comías.

    Tampoco quedaban nunca restos de comida.

    3. Esperar para usar el baño era como un juego que duraba muuuuuuuuucho.

    [golpes en la puerta] ¡¿TE QUEDA MUCHO?!

    4. Podías comprar 40 litros de leche de una vez, pero sabías que al día siguiente no quedaría nada.

    Básicamente, tu familia mantenía la tienda de la esquina a flote solo con la leche que comprabais allí.

    5. Lavar los platos para toda tu familia no era cosa de lavar tres o cuatro cosas: suponía lavar al menos 27 platos, 16 tazas, 15 tazones y un sinfín de otras cosas.

    Incluso aunque tuvieras lavaplatos, necesitarías cargarlo al menos tres veces al día.

    6. La mayor parte de tu ropa era heredada de tus hermanos mayores.

    Pero te mirabas sensacional con esos vestidos de flores dos tallas más pequeños.

    7. En el colegio, los profesores se referían a ti como el hermano/a pequeño/a de Fulanito pero nunca por tu nombre real.

    "¡Ah, tu eres la hermana pequeña de David/Sara/Lucas/Raquel!"

    8. Te preguntaban, y esperaban saber, todo sobre tus hermanos/as a todas horas: sus edades, ocupación, vida amorosa, todo.

    Mire, no sé la edad de todos mis hermanos... para eso está Facebook.

    9. Siempre que salían juntos en familia, eran la gente más ruidosa del lugar.

    No habías diferencia entre "voz de casa" y "voz de fuera".

    10. Cuando tu familia iba a conocer a los novios/novias/amigos de tus hermanos o hermanas, la frase general era: "Compórtense como personas normales".

    Es complicado fingir que tus hermanos o hermanas son normales cuando comparten los "divertidos" chistes privados de la familia con tu nuevo novio.

    11. Cuando le cuentas a alguien cuantos hermanos/as tienes, siempre te preguntan: "¿Cuántos hermanos dices? ¿Son católicos?"

    Puf.

    12. Siempre terminas pobre si intentas comprar regalos de Navidad o de cumpleaños para todos tus hermanos/as.

    Este año lo vas a echar a suertes.

    13. Tus amigos siempre están orgullosos de sí mismos si pueden decir el nombre de todos tus hermanos de mayor a menor.

    Para ser justos, a ti también te impresiona.

    14. Intentas una y otra vez, y no lo logras, tomarse una foto de familia decente, en la que todo el mundo salga sonriendo y no con los ojos cerrados.

    Vale, vamos a intentarlo por 456,828,954a vez.

    15. Y si consigues una foto de familia decente, nunca serás capaz de que quepa en el hueco que te da Instagram.

    Algunos de tus pobres hermanos siempre se quedan fuera.

    16. Pero, a pesar de todas las incomodidades, nunca cambiarías tu enorme familia por una más pequeña.

    ¡Un gran, gran abrazo en familia!