Pablo CABEZA BILBO

El guitarrista Luther Russell gira por Euskal Herria con dos músicos navarros en la banda

Con 17 años Luther Russell ya tiene su primera banda, The Bootheels, donde coincide con Jakob Dylan, hijo de Dylan. A sus 43 años gira por Euskal Herria acompañado por los navarros Cabezafuego y Zabalza.

El notable músico de Oregón Luther Russel, residente en Los Ángeles, produjo el último disco de Bizardunak en 2011. Un trabajo que dejó una grata relación. Previamente, 2010, Russell ya había actuado dentro de la programación de Jai-O-Rama en Atarrabia. «Nos hicimos coleguis al instante, buen tío, talentazo, siempre con ganas de currar...», explica Cabezafuego

Como deriva de esta situación de amistad y admiración bien merecida, el laborioso e instruido multiinstrumentista (Jugos Lixiviados, Mermaid, Basque Country Pharaons, Royal Canal, Bizardunak, Atom Rhumba, Los Separatistas...) le propone a Russell que le produzca su primer álbum en solitario en los estudios que ha montado con sus manos, Color Hits, inaugurados el pasado 5 de abril. A cambio le ofrece una gira y que le pone el grupo de acompañamiento, que no es otro que él mismo al bajo y Ander Zabalza a la batería (Royal Canal, Basque Country Pharaons, Bizardunak, Electric Riders, Let y Zopilotes Txirriaus, donde milita en estos momentos).

El disco está concluido, se llamará «Camina conmigo» y saldrá en setiembre como Cabezafuego. «Me he dejado producir y ha sido un acierto.He estado abierto de miras y el disco lo ha aprovechado», explica Iñigo Garcés. «Voy a decir una memez típica, pero es lo puñetero mejor que he hecho en mi vida».

Luther Russell es un músico de elevado nivel técnico y conceptual. Su carrera con grupo o en solitario, al margen de las producciones, es cautivador. Para aceptar la propuesta de banda confió en que los navarros se curraran bien el setlist. «El domingo 20 tocamos en la Kantina de Lekunberri, y la verdad que exitazo. Todos quedamos muy contentos. El set list es una pasada. Empieza él solo en acústico, demostrando que es un fiera con el instrumento. Luego nos ponemos Ander y yo a darle en plan tranqui, y la parte final, pero no más corta, agarra la eléctrica, y le damos bien de grasa. La gente flipa», afirma Cabezafuego.